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Un vía crucis espera a la ley europea del Clima

La Comisión Europea presentó el miércoles su ambicioso plan de protección del clima: 13 iniciativas legislativas para reducir las emisiones de gases un 55% para el 2030 respecto a 1990. Es su nuevo compromiso, ya ratificado, dentro del acuerdo de París contra el cambio climático. El plan incluye la prohibición de la venta de los automóviles con motores de combustión interna en el 2035 y una ampliación de los mercados de carbono para poner precio a las emisiones en el transporte y la edificación. Asimismo, se implantará un impuesto al carburante de aviación. Pero he aquí algunos pasos de lo que puede ser un largo vía crucis.

Esperando la voz de China

1) Mecanismo de ajuste de carbono en frontera

El mecanismo de ajuste de carbono en frontera es el novedoso instrumento con el que la UE persigue gravar la importación de productos cuya fabricación genere más CO2 del deseable. La intención es asegurar que los artículos importados asuman el coste del impacto climático (como procura hacer la UE) y evitar la fugas de carbono; es decir, prevenir que las factorías europeas se deslocalicen para acogerse a normas de terceros países menos estrictos.

Sin embargo, China ha sido muy crítica durante meses con esta idea, y no se espera que sus reacciones sean favorables. Incluso, podría darse un litigio en la Organización Mundial de Comercio (OMC), en el que entrarían en liza el derecho ambiental y el libre comercio.

El peligro político está en el hecho de que se pueda malinterpretar internacionalmente y se considere una herramienta proteccionista de un «club de ricos» y penalice a los países en desarrollo.

«La Comisión dice que tiene muy bien estudiada esta propuesta y, según sus asesores jurídicos, no debería haber problemas con la OMC. Pero una cosa es la interpretación legal y otra la política; sobre todo, la geopolítica; veremos…», valora David Howell, experto en políticas climáticas de SEO/BirdLife y de Climate Action Network.

La UE emprende un liderazgo en solitario con este impuesto en frontera; pero la medida coge a contrapié a EE.UU., justamente cuando Biden está inmerso en el proceso para superar la herencia de Trump e intenta eliminar las barreras al comercio que este impuso.

El enviado especial para Asuntos del Clima, John Kerry, ha pedido a la UE que el mecanismo sea un último recurso.

“Este paquete legislativo puede causar fricciones entre estas dos potencias, pero los productos estadounidenses suelen ser mucho menos intensivos en carbono que los de otras grandes potencias como India o China, por lo que, para este país, el impuesto no tendría un impacto tan negativo”, dice Carlos Rico, experto de Transport and Environment (T&E).

Combustibles más caros

2) Superar el síndrome de los ‘chalecos amarillos’

La inclusión del transporte por carretera y los edificios en el comercio de derechos de emisión es una idea controvertida. Comportaría un encarecimiento del combustible. Esto es algo que no ha tenido el apoyo unánime de los comisarios, aunque lo respaldan firmemente Angela Merkel y Ursula von der Leyen. Los comisarios reticentes temen las repercusiones sociales del encarecimiento de la energías sobre grupos sociales vulnerables, como familias y empresas muy dependientes de los combustibles fósiles.

En Bruselas cunde el síndrome de los chalecos amarillos: el temor a un movimiento de protesta como el registrado en Francia a raíz del encarecimiento del diésel. Alemania y Dinamarca son los únicos que lo apoyan si dudas.

Para compensar el encarecimiento del combustible, se creará un Fondo Social para el Clima (que moviliza 72.200 millones de euros para el periodo 2025-2032).

“Este fondo muestra un deseo político de Europa por la justicia social. Pero los ciudadanos deben ser tratados como adultos. Se trata de una responsabilidad compartida entre la UE y los gobiernos nacionales, lo que requiere que los responsables políticos asuman responsabilidades en lugar de culpar a Bruselas”, dice a este diario Laurence Tubiana, artífice del acuerdo de París.

Transición al eléctrico

3) Fabricantes de vehículos dan la alerta

Las restricciones a los nuevos vehículos de combustión interna chocan con los fabricantes más rezagados en los procesos de electrificación.

“En el peor de los casos, están en riesgo unos 150.000 empleos en Francia, 100.000 en la rama industrial y unos 50.000 en los servicios auxiliares, que desaparecerían completamente”, indica François Roudier, portavoz de la Plataforme Automobile, que agrupa a 4.000 empresas.

Pese a todo, el plan de la UE situará a los fabricantes europeos como líderes mundiales en el mercado de automóviles eléctricos, por delante de las empresas chinas.

Volkswagen, Audi y Volvo han anunciado planes para ser 100% eléctricos en la fecha marcada.
“Necesitamos límites de CO2 más estrictos para empujar a Europa a seguir siendo líder”, dice Rico. Es significativo que el 2020, año en que entraron en vigor las nuevas normas comunitarias sobre emisiones de CO2 de los coches, fuera el primer año en que Europa superó a China en ventas de vehículos eléctricos (vendió más que los que China lo hizo en su territorio).

Eléctricos y liderazgo

Europa tiene propios planes para generar sus propias baterías y no tener que depender de otras potencias como China. Por tanto, el liderazgo tecnológico en el campo de los vehículos eléctricos va a ser absoluto, en caso de que se mantenga la ambición propuesta en el paquete presentado por la Comisión Europea. “Pero mantener ese liderazgo va a requerir seguir acelerando y, como hemos visto, eso solo se consigue elevando la ambición de los estándares de CO2”, añade Carlos Rico, experto de Transport and Environment.

Incluso, en la etapa de preparación de las normas, los fabricantes de equipos y componentes de los productos (piezas, subsistemas, software, etc.) ya estaban invirtiendo más en Europa que en China.

Impuesto al queroseno

4) Las aerolíneas se ponen de uñas

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) se opone al programa anunciado y asegura que las medidas previstas (como el impuesto al queroseno y el fin de los derechos gratuitos en el comercio europeo) son contraproducentes. “La aviación está comprometida a la descarbonización, y no necesitamos medidas persuasivas o punitivas como los impuestos para impulsar este cambio”, aseguró Willie Walsh, director general de la IATA, Willie Walsh.

«Los impuestos desviarán un dinero del sector aéreo que alternativamente podría servir para reducir las emisiones si se usara en renovación de flotas y adopción de tecnologías limpias», añadió el máximo responsable de la asociación, cuyas aerolíneas concentran un 80 % del tráfico global.

Walsh afirmó que para que el sector reduzca sus emisiones «es necesario que los gobiernos adopten una política constructiva que se enfoque en incentivos para combustibles sostenibles y para la creación de un espacio aéreo único europeo». Muchos sectores piden una mayor contribución del sector aérea en la lucha contra el calentamiento.

Además, los barcos, como hasta ahora ocurría con los vuelos intraeuropeos, podrán ser integrados al comercio de emisiones. «Las compañías navieras, que hasta ahora apenas tenían que contribuir en materia climática gracias a la práctica inacción de la Organización Marítima Mundial (OMI), no están contentas con que esto cambie» constata los expertos de Transport and Environment.

La sombra del negacionismo

5) El debate en los estados y el Parlamento Europeo

La propuesta de la Comisión inicia ahora un proceso legislativo para ser debatida en el Europarlamento y los estados. Juantxo López de Uralde (presidente de la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso, de UP) alertó el jueves -en un debate organizado por Ecodes– de que el negacionismo ha echado raíces en Vox y sectores del PP, lo que puede comportar obstáculos para el plan europeo.

“No se confunda. Lo del chuletón lo dijo Pedro Sánchez”, le replicó el diputado Diego Gago (PP). “La opinión de España será clave”, señala Florent Marcellesi, portavoz de Más País Verdes- Equo.

“La ley española de cambio climático pone fecha de caducidad al coche convencional en el 2040. Se aprobó hace solo dos meses, y ha nacido obsoleta”, dice este ex eurodiputado, convencido de que éste es un ejemplo de cómo un vía crucis a veces se puede transformar en paso rápido.

 

Opiniones

El impacto de la propuesta europea

¿Qué impacto puede tener la propuesta de la Comisión en la futura lucha mundial contra el cambio climático?

«Con este paquete de medidas legales, la UE demuestra que se toma muy en serio la descarbonización de su economía y el cumplimiento de sus objetivos recogidos en su plan de acción climática (NDC, en sus siglas en inglés) para 2030», señala Laurence Tubiana, diplomática, presidenta de la European Climate Foundation, considerada una de las personas clave en el acuerdo de París. «El paquete Fit for 55 (nombre que recibe el grupo de la docena de nuevas directivas) es el primer intento del mundo de ir más allá de los números y ofrecer un conjunto de políticas precisas, en una región con diferentes geografías, sistemas sociales y niveles de riqueza, pidiendo a los responsables políticos que encuentren compromisos que sean justos y ambiciosos», añade Laurence Tubiana.

«El conjunto de políticas es impresionante y llevará tiempo digerirlo a nivel nacional para comprender las implicaciones que comportará sobre el empleo, las industrias y las opciones políticas nacionales para cumplir los objetivos», dice la diplomática.

Sólo unos pocos países han fijado objetivos más ambiciosos que los exigidos por el objetivo del 55% de la UE: Dinamarca, Finlandia, Suecia, Austria y Alemania. «Pero el hecho de que 27 países europeos se unan en torno a un objetivo común de reducción de emisiones y asuman su parte de esfuerzo es algo que hay que celebrar. Es un tributo al multilateralismo en un momento en el que el mundo trata de cumplir el Acuerdo de París de 2015», añade la presidenta de la European Climate Foundation.

David Howell, experto en políticas climáticas de SEO/BirdLife y de la coordinadora europea CAN, opina en cambio que el recorte de «emisiones netas» del 55% es «insuficiente» y propone, como los demás grupos ecologistas que se eleve al 65%, para que sea una disminución. Howell considera positiva la propuesta de la UE porque le sitúa en una posición de credibilidad ante la próxima cumbre del clima de Glasgow (en noviembre) aunque no cree que vaya a hacer cambiar las posiciones de China ni de Estados Unidos, que ya han dado a conocer sus nuevas cuáles serán sus nuevas contribuciones nacionales en el marco del acuerdo de París.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, indicó que el paquete ‘Fit for 55’, para reducir la huella de carbono de Europa, «es un paso significativo y complejo que requiere máximo compromiso social».

«Hasta donde sabemos, creemos que es un paquete no solamente compatible, sino que es congruente, que impulsa las energías renovables, que los objetivos están alineados con nuestra propia Ley y nuestros propios planes y que, con carácter general, facilita una acción transversal en todos los campos de reducción de emisiones, pero también pensando en esa necesaria adaptación a los efectos del cambio climático».

Fuente: La Vanguardia